No creo más
en los cuidados del pastor
en las enseñanzas del que se dice maestro
ni en la mirada del profeta
No creo más
en la falacia del político
en el abrazo del candidato
ni en la promesa del futuro
No creo más
en la brillantez del oro
en la corona del rico
ni en lo fugaz de acumular
No creo más
en la dulzura de la mujer
en las caricias del placer
ni en la vanidad de amar
No creo más
en la soledad que me busca
en la oscuridad que me encierra
ni en el silencio que me persigue
No creo más
en el corazón que late
en el vibrar de mi mente
ni en el sufrir de mi alma
Una sola cosa creo
en el abrazo de mi madre
en el consejo de mi viejo
en el susurro del viento
- Edwin Amaya -
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